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Libre y sin censuras

Madura Sumisa

Enviado por Javier, Barcelona

Me encanta el sexo. ¿A quién no? No tengo temores de experimentar cosas nuevas. De todas maneras, soy de esos hombres heterosexuales muy machos a los que le gusta siempre llevar la delantera y por eso, para mí, no hay postura mejor que a 4 patas.

Estoy soltero, tengo 26 años y me gustan las mujeres de mi edad pero últimamente tengo predilección por las maduras. Este es mi relato con una mujer madura sumisa.

Fue una noche inolvidable. Hace poco tuve relación con una mujer madura bastante mayor que yo (unos 48) me costó dominarla. Probablemente porque tiene más experiencia y está acostumbrada a llevar la delantera.

Nos conocimos en un bar de Barcelona, nos gustamos de inmediato y, al rato de charlar, nos besamos. De allí, nos fuimos a su casa. Ella vive sola con su perro. Una mujer guapísima, bien conservada. Estatura normal (1,65), pechos voluminosos y un culo perfecto para mi pose preferida.

Me practicó sexo oral, se me montó rápidamente, sin dejar que yo mismo le quitara la ropa interior. Ella lo estaba disfrutando tanto que no quería interrumpirla, por lo que estuvimos así unos cuantos minutos. Me encantaba su cara de satisfacción, pero necesitaba tener el control de la situación.

Yo soy un hombre dominante. Con la excusa de que iba a correrme, la saqué de inmediato, me levanté y ella se quedó en la cama, boca abajo. Le besé la espalda y fui bajando poco a poco. Se entregó al placer de inmediato.

La puse como a mí me gusta, a cuatro patas, mi pose de dominación preferida, empecé a darle azotes con todas mis ganas, la partí en dos, tuvimos sexo tan duro que sus gritos ganaban en intensidad. Fue tan placentero que, tras unos cuantos minutos, acabamos los dos casi a la vez. Desde entonces, quedo con ellas los fines de semana y nos pasamos la noche jodiendo. He conseguido dominarla, ahora es mi Sumisa y hace todo lo que le ordeno.

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